“Lluvia tenue, limpia
de este polvo cruel el mundo
no te preocupes:
arrasa con todo
se la libertadora que
arrastre las aguas contaminadas y negras,
avanza sin descanso.
Congela la hipocresía
y no los salarios.
Baja potente la
corrupción a su tumba,
No te hagas suelo fértil
para los parados.
Lluvia, compañera,
acompaña al pueblo oprimido y ruge con furia,
Que en el gobierno te
escuchen tronante y tiemblen.
Ayúdanos, amiga, para
que no hagan más daño.
Tíñete de verde
Naturaleza
No nos abandones a
nuestra suerte,
Tus hijos te claman,
dales la mano;
Azota al dolor, al
miedo, a la injusticia
Con brazo de pinchos
y rostro de barro.
¡Canta nuestra canción!
¡Qué tu trueno y rayo
griten”
¡Qué tu murmullo de
gotitas se convierta en tormenta devastadora!
¡Llévatelos, lluvia,
lejos!
¡Mátalos, húndelos,
sepúltalos como quieren hacer con nosotros!
¡Danos tu poder, únete
a los heridos!
¡Qué gracias a ti
logremos la victoria en esta lucha!
¡Danos la protección
de Nike, la sabiduría de Atenea y la furia de Ares!
¡Cédenos un puesto en
tus arcadias vírgenes!
¡Qué vuelva la
belleza que quieren derrocar!
¡No calles nunca,
lluvia!
Eres nuestro aliento
vital…”